Los delantales impermeables deben tener la capacidad de no permitir atravesar cualquier tipo de flujo al delantal y, por tanto, no alterar ni malmeter su estructura interna.
La fabricación de delantales impermeables se debe realizar con una tela ya tratada con el proceso de impermeabilización. Dicha tela está compuesta por materiales no porosos, es decir, no debe contener espacios vacíos o poros que permitan absorber los fluidos pues se debe garantizar una impermeabilidad total. A parte de ello, algunas de las ventajas para el usuario final son su bajo coste, su alta resistencia y su buena flexibilidad.